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El Deporte es Todo.

 

"Estaba muy triste, muy dolido, por las pérdidas de mis miembros, yo creía que no podía hacer nada". Juan José es alto, tiene un corte de cabello al estilo militar, los músculos de sus antebrazos bien definidos resaltan a simple vista, su tono de voz es fuerte aunque en ocasiones se entrecorta cuando va a recordar el suceso que le cambió la vida, la prueba más dura que tuvo que pasar cuando en el momento de un combate fue víctima de una explosión que tuvo como consecuencia la pérdida de sus dos antebrazos y una pierna. Adaptarse y aceptar su nueva vida y su nueva condición fue la parte más difícil, tuvo que pasar por tratamiento psicológico donde se enteró del programa de deportes de la liga de discapacitados de las Fuerzas Armadas de Colombia y decidió vincularse a la natación, en ese momento su interrogante más grande era como podía nadar sin la ayuda de sus brazos y sin una pierna. El entrenamiento fue muy duro, aprender a controlar la fuerza de su tronco, cadera y hombros requirió de bastante tiempo y disciplina, hubo momentos en los que pensó en renunciar pero el deporte ha sido una motivación para darse cuenta que las limitaciones físicas no impiden alcanzar los sueños. Hoy en día Juan José entrena de martes a viernes de 8:00 a.m hasta las 11:00 a.m en el club militar de Puente Aranda en Bogotá. se siente orgulloso de lo que ha logrado y no cambia su estilo de vida por nada del mundo, vive agradecido con Dios y con su familia ya que asegura que han sido un factor importante para su rehabilitación.

No me Arrepiento de Nada.

Este deportista incansable, practica atletismo y montañismo, como buen antioqueño es un hombre de empuje y verraquera. Cuando era un soldado activo, mientras que se encontraba en el comando recibieron una información de que Ingrid Betancur se encontraba en un centro de salud muy cerca del luga, así que lo primero que hicieron fue salir en su búsqueda con tan mala suerte de encontrarse con una emboscada. Su discapacidad se la debe a una herida de bala que lastimosamente no fue atendida a tiempo, vino la gangrena y complicó su salud así que los médicos tomaron la decisión de amputarla para poder salvarle la vida. Edgar Castro es un hombre lleno de vitalidad, luce anteojos y un corte militar perfecto, es desparpajado, hablador y da gracias a la vida por haberle permitido entrar a las filas del glorioso Ejército Nacional. Su incursión en el deporte fue gracias a que en el proceso de su tratamiento de rehabilitación en el batallón de sanidad, supo de la convocatoria para participar en la maratón de Nueva York una de las más importantes y reconocidas a nivel mundial, a pesar de que habían muy pocos cupos, Edgar consiguió enlistarse y así empezó su vida deportiva, mantenerse en constante actividad le sirvió para mantener la mente ocupada y sentirse vivo y útil para la sociedad, se inclinó por el atletismo y el montañismo por el simple hecho de exigirse mas, sabía que no iba a ser fácil y que se encontraría con muchos obstáculos en el camino pero jamás pensó que fuera imposible. "Una de las cosas que uno aprende cuando la vida te pone pruebas tan difíciles como estas, es que tienes que empezar a pensar en grande y tienes que hacer un cambio de mentalidad para no quedarte en la sombra. Hay que ser agradecidos con Dios, si Él quiso que esto me sucediera fue con algún propósito".

 

Caminos distintos.

Alfredo Rojas Mosquera, es enfático en que el deporte hace olvidar los problemas y puede compartir alegrías y triunfos con sus compañeros, se considera como un luchador incansable de la vida, la depresión y el llanto hicieron parte de su proceso de rehabilitación, conoció a Juan Jose Florián en el batallón de sanidad quién ha sido su ejemplo a seguir en el deporte de la natación. Se siente feliz de seguir con vida, el mensaje que quiere brindar a los civiles es que cada minuto de la vida tiene que ser disfrutado; "muchos no saben lo que significa estar aislado en un monte, se necesitan muchos pantalones para defender a un país como Colombia y lo más triste de todo es que la población civil en los campos sufren también, el impacto de la guerra da miedo". Actualmente, Rojas entrena todos los días en el club militar de Puente Aranda y aunque sigue siendo un miembro activo del ejército, manifestó su deseo de emprender un nuevo camino y empezar a estudiar comunicación social y periodismo.

 

Equidad en el entrenamiento.

 

A pesar de su discapacidad visual que lo sorprendió en 2003, Miguel Ángel Otero es el entrenador de la liga de natación militar, es un hombre alto y robusto, sus cabellos dejan ver algunas canas, tiene la piel blanca y los brazos largos. Este hombre se ha preparado en el área de deporte de discapacidad cuando estudió en la Escuela Nacional del Deporte; su principal objetivo era ayudar a las personas que como él, quisieran practicar alguna actividad física, por eso se esforzó mucho en su rol de deportista para darse a conocer como entrenador, piensa que esa fue la misión que le encomendó Dios, nunca reniega de su estado físico porque a pesar de tener problemas visuales tiene todo lo necesario para poder vivir. Como entrenador de los soldados Miguel Ángel es una persona exigente, acomoda los ejercicios según la capacidad de sus alumnos pero siempre los ha tratado como personas comunes y corrientes nunca los ha menospreciado por sus limitaciones físicas, si están en ese equipo es porque una de las principales características de ellos es la tenacidad y la constancia para hacer las cosas y la perseverancia para lograr sus metas, es por eso que en la medida de lo posible trata de manejar un entrenamiento tan riguroso como el de un deportista común. 

 

 

La decisión es propia.

 

El amor por el deporte ha caracterizado al Teniente Cuesta desde que era un niño, su paso por el Ejército Nacional de Colombia, lo hizo gracias a una beca deportiva, lamentablemente, cuando prestaba servicio militar, recibió un sobre bomba que estalló en su cara, lo que le ocasionó la pérdida total de la visión, después del duelo y la rehabilitación, los altos mandos de la institución quisieron brindarle un incentivo a su labor de defensa de la patria, su honor y su actividad constante en el deporte, por eso a manera de homenaje y agradecimiento lo ascendieron al cargo de Presidente de La Liga de Natación Militar. Después de lo sucedido, Cuesta, entendió que lo importante era levantarse y volver a iniciar una vida, esto lo logró gracias al acompañamiento psicológico y a la fortaleza mental que fue lo que hizo tomar la decisión de seguir adelante, como el bien lo dice; "uno es el que decide quedarse o salir, es la decisión de cada persona, nadie más va a hacer la labor que le corresponde a uno". El deporte no solo es actividad física, también puede ser considerada a manera de terapia ya que deja grandes enseñanzas para la vida.

Motivación y ejemplo de Vida.

Para Lina Cabrera, la psicóloga motivacional de personas que han sufrido la mutilación de alguna parte de su cuerpo, es muy importante que la rehabilitación se alterne con el respeto por el duelo y con el acompañamiento de una voz amiga que los haga sentir útiles y que aún queda mucho por hacer. El acompañamiento motivacional básicamente se trata de buscar varios caminos para llegar a la etapa de aceptación de su nueva vida, aunque es un proceso largo, esta psicóloga afirma que todo se trata de paciencia, tiempo y tratar de buscar de nuevo la luz de la vida para los combatientes, generando confianza y observando cuáles son las posibles opciones externas que los puedan ayudar. "En el caso de los soldados, siempre estamos mirando cual es el gusto de cada uno por una nueva actividad, es decir buscar un medio de ayuda para distraer la mente y que sea un punto por el cual ellos desean luchar". El trabajo alterno que Lina desempeña es poder mostrar a personas del común, la manera en que han salido adelante los soldados, siendo un referente para fomentar la ayuda, el trabajo en grupo y la superación personal en distintos ámbitos de la vida cotidiana.

 

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